Un poco de los grandes...

"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida". Pablo Neruda.
“Me he tomado también tu taza de café. Ya casi no tengo azúcar, pero me acordé que a ti te gusta amargo. Sabe muy feo. Como esta soledad. Como este estar deseándote a todas horas.” Jaime Sabines

sábado, 3 de diciembre de 2011

Una historia para recordar...


Recuerdo aquella vez a la perfección, llevabas una playera azul & un short que le hacía juego perfectamente, era más que obvio, en un partido de futbol, se lleva uniforme. Era una tarde muy bonita, lo sé muy bien, por el maravilloso color del cielo que contrastaba con los rayos del sol que llenaban de vitalidad cada célula de mi cuerpo. Sé también que el invierno llegaba a su fin, anunciaba su retira con ese viento que jugaba con mi pelo que salía a través de esa gorra de mezclilla que nunca más he vuelto a usar; desde ese día, que está bien lo admito, me paralicé, me emocioné & sonrojé tanto que no pude hacer más que sólo mirar & sonreír nerviosamente mientras tus amigos me veían llegar. Un pequeño morro de tierra & pasto fue mi aliado en el momento preciso que tu jugabas; me senté sobre él & al mismo tiempo te veía correr con una gracia & agilidad que pocas veces he visto en alguien más (quizá sea porque me gustas). Mis ojos no dejaban de ver tu figura moverse en todo el campo, mi mente sólo pensaba en la posibilidad de ser más que tu amiga & mi corazón... bueno no sé que era de él en ese momento, porque sólo sentía como se volvía loco. El tiempo pasó, como una simple hojeada a un libro que quieres devorar a pasos agigantados; & sin más preámbulo llegaste hasta donde estaba sentada, temerosa & feliz me paré & comenzamos a platicar & dijiste lo feliz que eras de verme ahí & por aceptar ir a verte; yo sólo te vi & sonreí.
En medio de las carcajadas de ellos nos fuimos despidiendo hasta encontrarnos caminando solos hacia la salida, yo simplemente no quería que terminara en un adiós & te veo mañana en la escuela, cuando leíste mi pensamiento & preguntaste si íbamos juntos. Me alegré bastante, demasiado, diría yo. & como ha de serlo, si iba con el hombre perfecto para mi.
Que buen recuerdo es, el momento de estar a solas en el camión, & vernos a los ojos & ver en ellos el sentimiento más puro & hermoso que una persona puede llegar a sentir...
Como dos niños pequeños que se quieren en secreto, sostuvimos las miradas fijamente & comenzamos a reír por una ocurrencia tuya acerca del conductor del camión.
Fue entonces cuando todo comenzó a tomar forma & sentido, una realidad poco imaginable, pero tan fantástica que sólo los que aman con tanta intensidad pueden decir si existe o no. & yo digo que es verdad.
Aquel momento era sólo de nosotros... No hubo más palabras, nuestros ojos exploraban el mundo en el que nos sumergiríamos... & de pronto mi corazón sintió que alguien lo acompañaba, que alguien latía al mismo ritmo que él.... el tuyo.


*Escrito por una gran amiga, cuya felicidad también es la mía.
Gracias por dejarme compartir tu historia, una que muchos la sentirán parte ellos....