Un poco de los grandes...

"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida". Pablo Neruda.
“Me he tomado también tu taza de café. Ya casi no tengo azúcar, pero me acordé que a ti te gusta amargo. Sabe muy feo. Como esta soledad. Como este estar deseándote a todas horas.” Jaime Sabines

jueves, 7 de abril de 2011

Once.




Pareces haber caído del cielo en la más pura y cálida lluvia. Aunque quizá caíste al lugar equivocado, en el momento erróneo,  pues yo posé mis ojos en ti.

[Ahora cuando siento que todo se me va de las manos… Tengo presente tu calidez a mi lado.]

Espero que este escrito no te incomode, pues aunque nos hayamos alejado del camino[a pecar], aún sigues reinando mi mente. Siempre estás tú y sólo tú…

[Aquí es cuando pienso que quizá sólo estoy buscando incomodarte.]

Me gusta recordar esas veces que navegamos a la mar, entre un montón de bella música y extenso cielo. Cuando nos dejamos llevar por nuestras voces y comenzamos a flotar. Y es que a veces ya no sé diferenciar mis vanas fantasías de la realidad.

[Me duele al sentir tu sonrisa ficticia posada en mí y ver que todavía me consumes.]

Y cuando siento que mi mundo se me va de las manos… Te sigo pensando y sonrío al pensar que mi barco llegó a buen puerto, aunque haya sido una estadía corta. Pues tú alzaste mis velas y me enseñaste a navegar contracorriente.

Aunque últimamente hay muchas cosas que me confunden… Hay alguien que me busca y no me exige cosas que sabemos, no puedo dar. [Va a mi velocidad.] En cambio tú, te has ido a la primera señal de alarma. Y mientras te ibas, yo estuve buscando alguna señal de tu regreso en tu andar.

[Pero la luz se esfumó.]

Aún así sigo esperando tu llamada, hacer cualquier cosa por ayudarte. Porque, de cierta manera, aún busco el complacerte. Quizá debería de declinar y parar eso que te ancla a mi corazón. Porque las pequeñas grietas se están ensanchando y tú sigues yendo muy rápido para mí. No bajarás la velocidad.

Aún así te quiero, no lo puedo evitar. No me importa si eso no te satisface, he aprendido a no detenerte.  Debería también a no RETENERTE, ni siquiera en mi mente. Debería dejarte ir libre a la mar. Ahora yo estoy dando mi mejor esfuerzo por ir más rápido y espero que algún día tú lo notes.

[Porque me estoy quebrando.]


No hay comentarios:

Publicar un comentario